La Finca

Un lugar especial donde manda el toro bravo

El toro bravo

Si vienes a Los Cansaos, descubrirás un lugar especial, una típica dehesa extremeña de 550 hectáreas salpicadas de otras 180 de alcornoques. Una extensa superficie donde manda el toro bravo procedente de dos encastes diferentes organizados en las ganaderías de San Pelayo (encaste Murube) y Alqueva (encaste Domecq vía Fuente Ymbro).

El toro manso

Pero con el toro bravo convive también el manso (limousinos y cruzados), además del caballo en la yeguada denominada Perera y cuya crianza es otra de las actividades fundamentales en Los Cansaos. A ellos se une el cerdo ibérico en régimen de aprimalamiento para su remate posterior en la montanera. Ellos mandan en un universo natural donde conviven cientos de especies de todo tipo en absoluta libertad.

Cultivo del cereal

Parte de la extensión de la finca se destina al cultivo del cereal (avena y trigo, sobre todo), que se corta en verde para luego hacer heno que se emplea para consumo propio en la casa. A ello cabe unir una plantación de almendros.

Infraestructura

La finca está perfectamente diseñada en su infraestructura para el siempre delicado manejo del ganado bravo. Cuenta con una manga en forma de corredero que rodea todos los cerrados, doce en total, comunicados entre ellos, lo que ayuda al manejo de las reses con tranquilidad y eficacia evitando accidentes entre ellas. Ese corredero desemboca en la plaza de tientas, con un ruedo de amplio diámetro y numerosos corrales que permiten, de igual modo, un ordenado manejo del ganado. La plaza cuenta con una cómoda balconada superior, que regala hermosos paisajes de la propia finca y un salón de invitados a la altura del ruedo que permite seguir las evoluciones de las tareas que se realizan en el ruedo como si se estuviera dentro de él. Por ejemplo, los tentaderos de hembras y machos, labor fundamental en una ganadería de toros bravos.

El pantano de Alqueva

Los Cansaos está bañada por el pantano de Alqueva, el embalse artificial más grande de Europa que sirve de frontera con Portugal y que cuenta con cien kilómetros navegables hasta la presa. Un recorrido idílico a través de paisajes singulares, dominado en su totalidad por la naturaleza -su flora y su fauna, tan diversas en el lugar- que deja a cada orilla un país diferente: España y Portugal. Alqueva es un nexo de unión entre ambos, a la distancia apenas de una mirada.